La oralidad: Se refiere a la comunicación,
mediante el uso del habla, entre dos o más personas. El lingüista Walter Ong, expuso la existencia de dos tipos de
oralidades:
La primaria, realizada directamente
por dos o más hablantes, por ejemplo: cuando hablamos con un amigo o un
familiar, cuando estamos escuchando al profesor en la clase de lenguaje, cuando
le contamos a nuestra madre lo que hicimos durante el día, etc.
La secundaria, en la que intervienen
los medios de comunicación como la televisión, la radio, o bien los aparatos
tecnológicos de la actualidad como los teléfonos móviles, pues por medio de estos
se comunican mensajes, transmitiendo al público información de cualquier
índole.
La presencia del emisor y el receptor
en la comunicación oral lleva consigo una serie de elementos algunos verbales y
otros no, que ayudan a conseguir los objetivos comunicativos con mayor
facilidad que en la lengua escrita. Estos son:
a) Los gestos, la actitud y la distancia entre los interlocutores, lo que a
veces es más significativo que las palabras.
b) La entonación, que matiza el sentido de lo que se dice hasta el extremo de
que puede, incluso, cambiar el significado de una frase. Asimismo, influyen
también en la comunicación oral algunos aspectos fónicos como el timbre y el
tono de voz, o las pausas y silencios, que son tan expresivos como las
palabras.
c) El hecho de que los interlocutores compartan tiempo y espacio conlleva a
una mayor espontaneidad en el discurso oral, puesto que aunque haya alternancia
en las intervenciones, es posible la interrupción del mensaje del emisor o la suspensión
de la opinión del receptor.
d) La abundancia de términos coloquiales, las repeticiones y disgresiones
permiten un mayor entendimiento del tema del cual se habla.
e) El papel o rol social de quienes intervienen en la comunicación dará lugar
al uso del registro correspondiente, sea formal o coloquial. Además, originará
también el uso de formas lingüísticas de cortesía.
f) En el discurso oral se elude la expresión de aquellos hechos o pensamientos
que los interlocutores sobreentienden como consecuencia de una relación social
próxima. Esto provoca la aparición de gran cantidad de implícitos o
presuposiciones en la conversación, que en nada mediatizan la comprensión del
mensaje. Por ejemplo: "Esta tarde hay una charla sobre los estudios de
medicina...tengo que estudiar para un examen de mañana." El implícito es
la imposibilidad de asistir a la charla por la obligatoriedad de estudiar para
el examen.
Por su parte, la escritura: es el acto de comunicación que se
lleva a cabo por medio de signos visuales impresos en hojas de papel, los
cuales construyen un sistema de escritura completo o incompleto. La escritura
puede ser formal o informal dependiendo del público al que vaya dirigido el
mensaje. La comunicación escrita es difundida por medio de periódicos,
revistas, libros..., y esta es comprendida mediante la lectura. Así también, el
lenguaje escrito debe respetar todas las convenciones gráficas como signos de
puntuación y ortografía.
Sistema de escritura completo: Se
caracteriza por la relación entre los signos gráficos y los elementos de la
lengua que transcriben. Tales elementos son las palabras, sílabas o fonemas
que, a su vez, se clasifican en ideográficos, silábicos y alfabéticos; de allí
que se necesite conocer esa lengua para comprender el significado de lo que
escribió el autor, por lo que ningún sistema completo puede leerse si el lector
no entiende la lengua que está allí representada.
Sistema de escritura incompleto: Es
un mecanismo usado por medio de la memoria para recordar hechos significativos
o temas generales. A este tipo de sistema también se le denomina subescrituras,
usa como recurso nemotécnico la escritura pictórica, la ideográfica y otros. El
objetivo de la pictografía y la ideografía es traer a la mente una imagen o
mensaje que nos ha dejado la lengua oral. Si se trata de interpretar la
escritura de un sistema incompleto, sin tener conocimiento previo de esa
cultura, se corre el peligro de no comprender íntegramente su significado, o de
realizar una interpretación errónea.
La comunicación por escrito carece de
todos los elementos no verbales que acompañan el mensaje oral, como los gestos,
silencios...; y está basada únicamente en el significado formal de las
palabras. En consecuencia, exige un número mayor de palabras para expresar la
misma idea. Se dirige a un receptor desconocido y ausente, por lo que la
claridad y precisión son fundamentales.
Las distintas concepciones teóricas
del lenguaje (bien sea oral o escrito) han tendido progresivamente a
diferenciar la oralidad de la escritura. Se han formulado así, diferencias
contextuales entre ambas:
§ En tanto la
comunicación escrita se efectúa a través del canal visual y permite - mediante
la lectura - una transmisión de información mayor que la que se produce
oralmente, la comunicación oral se transmite fundamentalmente por el canal auditivo.
§ El receptor
de una conversación oral percibe sucesivamente los sonidos que se encadenan en
palabras y oraciones. En cambio, el receptor de un texto escrito tiene una
percepción simultánea del texto como totalidad, de sus dimensiones, y esto le
permite programar el tiempo que le demandará su lectura.
§ La
comunicación oral es espontánea e inmediata, esto significa que el emisor,
aunque puede rectificar su emisión, no puede borrarla, ya que elabora y emite
un mensaje de manera casi simultánea al momento en que es comprendido por el
receptor . Por su parte, el receptor debe ir comprendiendo el mensaje a medida
que este es emitido. Caso contrario, la comunicación escrita presenta la
peculiaridad de ser elaborada y diferida. El emisor puede revisar, corregir o
rectificar su mensaje antes de que llegue al receptor, sin que éste se percate
de los cambios o rectificaciones que se han realizado en la producción del
texto. A su vez, el receptor puede elegir el tiempo que se tomará para leer el
texto, y puede ratificar o rectificar la comprensión del mismo.
§ La
comunicación oral es efímera, no solo porque el sonido es perceptible en forma
momentánea y luego desaparece, sino también porque la memoria de los
receptores, y aun la de los emisores, es incapaz de recordar todo lo hablado.
La comunicación escrita, en cambio, es duradera, ya que las letras se inscriben
en soportes materiales que permanecen en el tiempo. Esta permanencia le otorga
a los textos escritos prestigio social y credibilidad, ya que la inscripción en
el material representa un registro inalterable y así adquiere el valor de
testimonio.
§ El lenguaje
oral se apoya en un gran número de códigos verbales como los movimientos
corporales y la entonación de la voz; mientras que en el lenguaje escrito se
deben desarrollar recursos lingüísticos para transmitir ciertos significados
que ameriten ser esclarecidos.
§ Finalmente,
la comunicación oral está acompañada de contextos extraverbales necesarios para
su comprensión: la situación comunicativa, el momento y lugar en que se
produce...los cuales no necesitan ser explicitados. Por el contrario, el texto
escrito suele ser autónomo del contexto específico en que se encuentra el autor
en el momento de escribirlo, y el lector en el momento de leerlo. Si es
necesario para la comprensión textual, los autores de textos escritos deben
crear verbalmente los contextos para que el lector pueda entender el mensaje.
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